Como decía en mi post anterior, la "Nueva Normalidad" ha permitido desplazarme con mi familia a mi lugar habitual de vacaciones, Ayamonte, en la provincia de Huelva.
No soy amante de la playa, de hecho, me pone bastante nervioso el calor del mediodía, la arena, y la sal del mar que se queda pegada a la piel del cuerpo una vez se evapora el agua. Más aún este año en el que, debido al covid, se han cerrado las duchas de la playa, por lo que no podemos quitarnos ni la sal ni la arena antes de irnos, como hacíamos habitualmente.
Le hemos cogido gusto a ir a la playa pasadas las 20 horas, en las que el sol está ya muy bajo y hay muy poca gente. Solemos hacernos unos bocadillos, llevar unas latas y fruta cortada en tuppers, y nos encanta cenar mientras disfrutamos de la brisa marina y el sonido del mar.
Os podeis imaginar lo que yo hago... Me paso todo el rato con mi Huawei P40 Pro+ en la mano, la cámara abierta, haciendo fotos a mi hijas, al paisaje, a la gente, a lo que se ponga delante y encuentre interesante. Me he dado cuenta que las dos lentes teleobjetivo, de 3 y 10 aumentos, hacen que me haya convertido en un auténtico "peligro" para los que me rodean. Ya puedo hacer fotos de excelente calidad a gran distancia, sin ser descubierto.
La foto que ilustra este post es de las 21:14 horas de ayer mismo, en Isla Canela. Está hecha con el teleobjetivo de 10 aumentos del móvil. No está editada, es el jpg que procesa directamente el móvil. Les hice muchas fotos a la pareja mientras ella posaba para él, y él le hacía fotos. Sin embargo, me gusta más esta foto en la que ellos revisan la sesión de fotos, y una gaviota se "cuela" en el encuadre. Lo escribo entre comillas porque realmente estuve esperando a que la gaviota entrara en cuadro para realizar el disparo. Espero que os guste.
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