miércoles, 1 de abril de 2020

Diario #YoMeQuedoEnCasa 01/04/2020

Hemos empezamos el mes de abril. Abril ya... El día 11 cumpliré cincuenta años. ¡Cincuenta tacos!, Dios mío... Quién me iba a decir a mí que el año que cumpliera medio siglo de vida iba a coincidir con el año del coronavirus, y el mismo día de mi cumpleaños, lo iba a pasar encerrado en casa. Me da muchísima rabia. Ya sé que todos los años cumplidos son irrepetibles, pero coño, los cincuenta son una cifra demasiado redonda como para pasarla confinado en casa. Voy a estar muy bien acompañado por casi todas mis chicas, pero me da mucha pena. Martina tendría que haber estado aquí ese día, y no estará. ¡Te voy a echar mucho de menos, Marti! Yo pensaba hacer una comida familiar con mis padres, hermana y sobrino, y habrá que posponerla. Una putada, disculpad el lenguaje.

No voy a hablar más de la caldera. Simplemente diré que hoy ha vuelto a venir el técnico, que sigo sin calefacción, que he recuperado el agua, y que mañana vuelve para hacer una prueba y aclarar de una vez por todas si el problema es de la caldera. Por lo menos vuelvo a estar limpio. Ayer no me pude duchar, y reconozco que lo necesitaba... 

Candela ha tenido un examen de matemáticas para el que ha estado estudiando mucho. Sí, un examen. Suena raro hacer un examen desde casa, ¿verdad? Ahora están ella y su madre viendo a youtubers en el salón. Candela es una gran consumidora de canales de YouTube, todos ellos muy interesantes. A mí me da satisfacción comprobar cómo mi hija, a sus dieciséis años, se interesa tanto por la política, por aspectos medioambientales, por aspectos nutritivos, por tantas y tantas cosas. Juraría que yo, a su edad, no tenía esa mente tan inquieta. 

A mí no me va YouTube, no me engancho a ningún canal, así que me he venido al cuarto con Daniela. Ella también está viendo YouTube, lo llamamos "las tonterías". Prefiero que vea sus series de dibujos en Netflix, siempre en inglés, pero como esta mañana hemos estado dibujando juntos, ahora no le puedo negar su premio. Yo, mientras, abro mi portátil y escribo este post.

A las 20 horas volveremos a salir al balcón. No nos cansamos, como no se cansan los sanitarios que están cuidando de la gente infectada por el coronavirus. Mi más sincera admiración por todos ellos.

Un días más confinados, un día menos para que esto acabe. #YoMeQuedoEnCasa.



No hay comentarios:

Publicar un comentario