Hoy ha sido un día de mierda, así que, si me lo permitís, me salto el diario de ayer, lunes 30, porque la verdad es que no tengo ganas de escribir. Pero por otro lado, siento que debo continuar documentando el día a día de este confinamiento obligatorio, por mí, y por aquellos que lo leéis. Os lo agradezco mucho.
Y es un día de mierda porque estoy cansado, he dormido muy mal. Prácticamente despierto toda la noche. Hoy ha estado el técnico de la caldera en casa. Resulta que ayer llamé al servicio técnico y, para mi sorpresa, están atendiendo avisos. Ha estado en casa y no ha solucionado nada. No sé aún si el problema está en la caldera, o en el circuito de calefacción. Me lo ha dejado funcionando, y aparentemente, funcionando bien. Pero a las dos horas, la presión había vuelto a caer a cero.
He bañado a Daniela. Se me ha ocurrido volver a llenar de agua la caldera, para que no calentara a presión cero. Para ello he abierto el grifo de llenado que hay debajo. Es algo que he hecho mil veces, pues problemas de presión tengo desde hace mucho tiempo. Cuando he querido cerrar el grifo, la llave se ha atascado, o se ha roto, o yo qué sé qué. El caso es que no podía cerrarla, y la caldera no paraba de llenarse, y cuando eso ocurre, hay un mecanismo de emergencia consistente en expulsar el exceso de agua a través del tubo que se ve en la foto. Como la llave no cerraba, y el agua no paraba de caer al suelo, me he visto en la obligación de cerrar la llave general de paso. Así que ahora estamos sin calefacción, sin agua, y sin lavaplatos. Entenderéis que no esté para fiestas.
Mañana vuelve el técnico de la caldera. No sé si la arreglará, pero por lo menos cambiará la llave de llenado, y volveremos a tener agua en casa.
Manda narices que yo me esté quejando de la caldera, y que haya familias sufriendo por sus familiares enfermos, o por sus muertos.
Ayer fue un día más bonito, a pesar del frío que teníamos en casa. Por la mañana estuve haciendo con Daniela los deberes que había mandado su profesora. Por la tarde me enteré que siempre he sido el mejor amigo de mi primo Carlos, y que él también me quería mucho.
Qué largo se nos está haciendo...
Un días más confinados, un día menos para que esto acabe. #YoMeQuedoEnCasa.